Helicobacter pylori es una bacteria gramnegativa que infecta el revestimiento del estómago y del duodeno humano. Se asocia con diversas afecciones gastrointestinales, como gastritis, úlceras pépticas, enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) y linfoma del tejido linfoide asociado a mucosa (MALT). Su diagnóstico puede realizarse mediante pruebas invasivas, como la endoscopia con biopsia gástrica, o pruebas no invasivas, como la prueba de aliento con urea marcada con carbono-13 o carbono-14, pruebas serológicas o pruebas de antígeno fecal. El tratamiento suele implicar una terapia de erradicación que combina antibióticos (como claritromicina, amoxicilina y metronidazol) con inhibidores de la bomba de protones (como omeprazol o esomeprazol) para eliminar la infección y reducir el riesgo de complicaciones.