La fosfatasa alcalina es una enzima presente en varios tejidos del cuerpo, incluyendo el hígado, los huesos, el intestino y la placenta durante el embarazo. Su función principal es ayudar en la descomposición de fosfatos en los alimentos y en la formación y remodelación del tejido óseo. La medición de la fosfatasa alcalina en la sangre se utiliza como una prueba de detección y seguimiento de trastornos hepáticos y óseos, así como para evaluar la función hepática y el metabolismo del hueso. Los niveles elevados de fosfatasa alcalina en la sangre pueden ser indicativos de enfermedades del hígado, como la hepatitis o la obstrucción biliar, así como de trastornos óseos, como la enfermedad de Paget o la metástasis ósea. La fosfatasa alcalina también se puede medir en otros fluidos corporales, como la orina y la bilis, para evaluar ciertas condiciones médicas.